Fernando Villegas

“esta generación, en su mayoría tan a disgusto con el modelo, no solo carece de referente político, social o filosófico al cual apuntar, sino además no está criada para emprender nada a largo plazo, nada dificultoso que requiera disciplina, esfuerzo y perseverancia. Es la generación de las pruebas «con alternativas», del copy-paste, de los resúmenes de libros hallados en internet, de los videojuegos, de los Ipod e Ipad, de las redes sociales y sus mensajes crípticos hechos de íconos y palabras truncas; es la generación de las imágenes y no de las palabras, de las impresiones y no tanto de los raciocinios.”
― Fernando Villegas, Villegas Presidente

“Hace muchos años, cuando a China la gobernaba Mao Tse Tung, vejestorio sanguinario al que idolatraban millones de sus compatriotas y otros tantos pelotudos del Tercer Mundo, en una de sus campañas de reivindicación de ese cuerpo muerto que era su proyecto, sacó a la calle —movilizó— a millones de cabros chicos. Llamó a esa movilización Revolución Cultural. Dicho sea de paso, los cabros chicos siempre han sido usados por todos los dictadores y tiranos que el mundo ha conocido, fuera del uso que también les dan los políticos de las democracias; son los costos de la inocencia, aunque normalmente el costo no lo pagan dichos inocentes, sino el mundo adulto. El hecho es que Mao los convocó y los hizo marchar blandiendo su Libro rojo, devocionario de tan descarado simplismo y necedad que asombra, pese a saber uno en qué extremos de inocencia intelectual puede cómodamente habitar el cabrerío, que haya sido tomado en serio ni siquiera por ellos y ni tan solo por cinco minutos.”
― Fernando Villegas, Villegas Presidente