De Tales a Demócrito (pasando por Anaximandro, Anaxímenes, Pitágoras, Alcmeón de Crotona, Jenófanes, Heráclito, Parménides, Zenón de Elea, Meliso de Samos, Empédocles, Anaxágoras, Diógenes de Apolonia y Leucipo), los presocráticos constituyeron un grupo relativamente homogénneo y unitario dentro de la historia de la filosofía; pese a sus rasgos comunes y a la similitud de las cuestiones con que se enfrentaban, cada uno de ellos dio, sin embargo, soluciones diversas y en ocasiones totalmente antitéticas a los problemas que se planteaban. Traducida y anotada por Alberto Bernabé, esta nueva edición de los FRAGMENTOS PRESOCRÁTICOS -enriquecida con nuevos fragmentos de Heráclito y de Empédocles y del llamado Papiro de Derveni, descubiertos en los últimos años- reúne los testimonios que la tradición ha conservado de sus obras, bien en citas literales, bien en meras explicaciones o paráfrasis de sus teorías.
Un libro imprescindible para comprender el origen del pensamiento filosófico tal y como lo conocemos. La labor de Alberto Bernabé es sublime al explicar cada autor, y sobre todo por tener en cuenta la importancia de la expresión literaria además de la puramente objetiva y racional. Además, se trata de una lectura asequible para cualquier lector; muy recomendable
Si quies estudiar los presocráticos esti ye'l to llibru. Ye un prestor la claridá cola que espón l'autor a cada filosofu. Mui completu, claru y concisu, que nos va echar un gabitu a lleer al final los testos orixinales conservaos. Yo tuve lleendolu a la par que Historia de la Filosofía de Fraile y paeciome, sin desmerecer el manual de Fraile, que Fragmentos presocráticos ye un cachu meyor pa tener una visión de conxuntu.
Por mucho que el autor pretenda poner de manifiesto su sabiduría en lo relativo a los autores presocráticos (la cual parece bastante limitada y relativa a lo puramente filológico, como la traducción de los fragmentos, que también es bastante superflua), el libro resulta profundamente vacío y poco esclarecedor. Bernabé trata a todos los filósofos de este período del mismo modo y bajo las mismas condiciones, sin distinguir, por ejemplo, a un jonio de un eléata, algo que resulta poco riguroso en materia filosófica. Se limita exclusivamente a establecer paralelismos entre los diversos filósofos, lo cual tampoco refleja la realidad de su pensamiento, pues los intereses y preocupaciones de cada uno varían considerablemente.
Otorga a todos los pensadores presocráticos el mismo modo de exponer sus respectivas teorías, como si todos estuviesen buscando un origen (ἀρχή) del cosmos, cuando en la realidad eso no es así, sino que hay una gran variedad de pensamiento entre los diversos filósofos a la hora de poner el foco en determinadas cuestiones u otras y a la forma en que cada uno expone sus contenidos. Este anacronismo estriba en que el autor no entiende la importancia del decir griego para estos pensadores, planteamiento que ya había dejado introducido Eric A. Havelock en su Prefacio a Platón, sino que, por el contrario, ignora este pilar fundamental para la Filosofía Antigua, lo que hace que su interpretación resulte obsoleta, plana y rancia.
Bernabé tampoco entiende a estos pensadores en las categorías del tiempo antiguo, sino que los valora desde una perspectiva moderna y les atribuye el uso de conceptos y de nociones que son propios de los planteamientos de la Modernidad, y no de la Grecia Antigua, resultando su lectura profundamente anacrónica y errónea. Por ejemplo, a Heráclito de Éfeso, le atribuye un modo de proceder propio del pensamiento cartesiano, como es dividir un concepto o fenómeno en sus partes simples, lo cual no refleja la realidad de la teoría de este presocrático, sino que la deforma y tergiversa.
Es un libro poco relevante para conocer verdaderamente el pensamiento de los griegos antiguos, pues no es solo que no introduzca nada nuevo con respecto a las otras obras que ya había acerca de esta misma cuestión (como las de Guhtrie, García Calvo, Eggerslan o Cordero, entre muchos otros), sino que además se limita a describir las líneas más generales de cada uno de estos autores, como si todos ellos trabajasen en los mismos términos, cuando realmente hay diversas posturas y una gran variedad de formas de abordar los respectivos intereses que tenía cada pensador o grupo de ellos.
Es, en definitiva, una obra bastante prescindible, que quizá pueda ser útil como primera aproximación al pensamiento presocrático en líneas muy generales, pero que más allá de lo relativo a las concepciones jonias de buscar un principio del orden del universo, resulta vaga e incompleta.
Toda la filosofía presocrática en un libro, acompañada de los propios fragmentos que nos quedan de cada autor y los comentarios realizados por filósofos posteriores como Aristóteles o Teofrasto. Leerla nos pone en situación y ayuda a comprender no solo el inicio de la disciplina filosófica como tal, también nos hace conocedores de la enorme influencia que tendrá en filósofos como el mismísimo Platón.
Las descripciones de Alberto Bernabé son amenas pero en ningún caso insuficientes, haciendo que la obra encuentre un equilibrio perfecto entre informar adecuadamente sobre el tema y evitar saturar con datos de escasos interés o una prosa excesivamente oscura.
No se me ocurre introducción mejor, era justo lo que necesitaba.
Alberto Bernabé no es filósofo, sino filólogo. Sin embargo, la claridad de su exposición de cada autor y su pensamiento, es de lo mejor que he leído en años. Incluso aclara temas que jamás se enseñan en las universidades y que incluso muchos profesores dan por sentado. Así, la famosa frase "panta tei" no figura en ningún fragmento, las "homeomerías" son de acuñación posterior y la idea de los átomos no es una postulación originada en la investigación de la materia y la física, sino más bien en la lógica y la metafísica. En fin, un libro maravilloso. Una de las mejores formas de acercarse a los primeros Filósofos de la Histora.
Ha sido leerlo y que mi opinión por la filosofía y poesía griega, presocrática, cambie copernicanamente. Antes, de tanto leer sobre filosofía antigua, me parecía todo repetitivo e irrelevante para la actualidad. Leyendo los fragmentos salvaguardaos de los filósofos me he dado cuenta de la gran herencia que se tiene hoy en día de ellos. Un placer inmenso leerlos.
Buena recopilación de información sobre los filósofos presocráticos, aunque por contra, oscura exposición del autor que no facilita la comprensión del texto a personas recién iniciadas. Es más un libro académico para los adentrados en la materia.
Excelente recopilación de los presocráticos. Alberto Bernabé alterna explicaciones acerca del contexto y pensamiento de los diferentes filósofos presocráticos con referencias a fragmentos y noticias acerca de los mismos, lo que permite un aprendizaje completo y a la vez muy ameno.
Este libro reúne la historia y las ideas de, a mi parecer, los filósofos clásicos más interesantes de todos. Buen libro y fácil de leer si te interesa el tema.
Bernabé reelaboró, en esta nueva edición, lo que había hecho antes para Alianza editorial. Confié en esta por ser la última publicada, además de que el tipo hizo el trabajo dos veces (Entre otros textos afines), debe ser por algo. Siendo muy ameno y explicativo, Bernabé dirige un derrotero con las primeras ideas filosóficas que surgieron desde siglo V a.C. Es un texto que se lee con animo historico, filosófico y, en algunos momentos, como un texto sagrado rico en sabiduría. Debo decir que llegue acá por Heraclito el oscuro, pero me lleve gratas sorpresas con Parménides, Pitágoras y Demócrito.