«No voy a pedirle a nadie que me crea», nos advierten con frecuencia los distintos narradores y personajes de esta historia, en la que lo corriente se transforma en un delirio sin que uno sepa muy bien cómo, en la que lo raro acaba siendo normal y en la que no podemos hacer otra cosa que reírnos, porque todo es hilarante, cotidiano y surrealista a la vez, como la vida misma.
Todo empieza con un primo que ya de chico apuntaba maneras de estafador, y que ahora mete al protagonista –un mexicano que viaja a Barcelona acompañado de su novia para estudiar literatura, y que además se llama como el autor de la novela– en un lío monumental: un «negocio de alto nivel» que convierte su estancia en la ciudad en una especie de novela negra de humor también negro, una de esas que a él le gustaría escribir.
Por estas páginas desfila una variopinta fauna de personajes impagables: mafiosos peligrosísimos –el licenciado, el Chucky, el chino–; una novia que se llama Valentina y que lee Los detectives salvajes y está al borde de la indigencia y no se entera de nada; una chica llamada Laia cuyo padre es un político corrupto de un partido nacionalista de derechas; un okupa italiano que se ha quedado sin perro; un pakistaní que simula vender cerveza para no levantar sospechas... Y para complicarlo todo un poco más aparece una segunda Laia, que es mossa d’esquadra y pelirroja; una perra que se llama Viridiana; una niña que recita versos de Alejandra Pizarnik y hasta la propia madre del protagonista, melodramática, orgullosa y chantajista como en una buena telenovela mexicana.
Juan Pablo Villalobos escribe como actuaba Buster Keaton: te arranca la carcajada manteniéndose impávido, sin mover un músculo. En sus anteriores novelas ya había ido construyendo un mundo propio con personajes entrañables y excéntricos a los que les sucedían cosas extrañas y divertidísimas. Y ésta lo consagra como un escritor imprescindible. En ella, y a través de la odisea de un hombre normal que se ve envuelto en peripecias de lo más rocambolescas, nos habla de la realidad y la ficción, o sea de la importancia de la literatura en nuestras vidas, y del papel fundamental del humor.
«Sus novelas son hilarantes porque tratan los asuntos más graves. Se expresa con la lucidez del que sabe que nos engañan. Villalobos –algo así como un Kurt Vonnegut en habla hispana– se aleja de los clichés con los que carga su tierra» (Miqui Otero, El Confidencial).
«Villalobos ha encontrado un tono y un ritmo propios, que no se parecen a ningún otro en la narrativa mexicana actual. Hace reír con el absurdo y al hacerlo muestra el sinsentido del mundo» (Fernando García Ramírez, Letras Libres).
«Villalobos es una especie de Proust en miniatura» (Publishers Weekly).
«Pocos autores escriben con una exuberancia tan poética y nerviosa como la de Juan Pablo Villalobos» (The Big Issue).
Juan Pablo Villalobos nació en Guadalajara, México, en 1973. Estudió Marketing y Literatura Hispánica. Ha realizado cientos de estudios de mercado y ha publicado crónicas de viaje, crítica literaria y crítica de cine. Se ha ocupado de investigar temas tan dispares como la ergonomía de los retretes, la influencia de las vanguardias en la obra de César Aira, la flexibilidad de los poliductos para instalaciones eléctricas, los efectos secundarios de los fármacos contra la disfunción erectil o la excentricidad en la literatura latinoamericana en la primera mitad del siglo XX. Ha sido becario del programa Alban, becas de alto nivel de la Unión Europea para América Latina, y del Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias de la Universidad Veracruzana. Estudia un doctorado en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en la Universidad Autónoma de Barcelona. Actualmente vive en Barcelona, donde combina la escritura con su trabajo en una empresa de comercio electrónico.
Novela abismal. Con una profundidad inmensa, que página a página se impone en el lector, y que palabra a palabra permea en quien lee toda la violencia de que puede ser capaz la literatura, también toda la comicidad; un mar de narración embravecido que te tambalea y zarandea de principio a fin, que te arranca risotadas fuertes, sinceras, necesarias.
De un tajo, Juan Pablo Villalobos logra un relato que es al mismo tiempo una realidad inmaterial, un hueco insondable de la naturaleza humana; lo más cercano que puedo hallar es el panel derecho del tríptico de El jardín de las delicias, de Jheronimus Bosch: el infierno.
Más que merecido el Premio Herralde de Novela, más que merecidos los elogios por esta novela que hace uso de lo mejor que encontramos en la literatura actual, *inserte aquí desde autoficción, hasta artilugios posmodernos, autorreferencialidad y vaya a saber qué más, todo lo que estudia alguien de Letras.
Hacia el final de la novela, un vacío profundo me inundó, en parte porque terminaba de leer, pero también porque de golpe caí en cuenta que me tragué el engaño completo, que me fui con la finta: no, no, no, Villalobos no está hablando del humor, es decir, sí, pero no solo eso; Villalobos no está buscando hacerte reír, es decir, sí, pero no solo eso; Juan Pablo está hablando de temas brutales como la corrupción, el crimen organizado, las redes mundiales de delincuencia, de lo frágil que es la frontera entre ficción y realidad, de países donde hay decapitados, pozoleros, donde el uno por ciento de la población mundial decide el futuro de la humanidad… Juan Pablo está narrando por medio de una ficción asombrosa: un mundo tan real donde la gente puede simplemente: desaparecer.
Y ahí fue donde me hundí. Donde de golpe recordé que nos siguen faltando 43, que nos siguen faltando 27 mil 659 desaparecidos, que nos siguen faltando a muchos tamaños huevos como los de este autor para hablar desde nuestras trincheras y hacer frente a una realidad que rebasa toda ficción.
Juan Pablo Villalobos nos lega una obra maestra de la literatura contemporánea, una novela en la que leemos la herencia de lo más incisivo y cínico y grotesco que se ha escrito, una obra que como un uróboros de come su propia cola, y que nosotros, como tristes espectadores, no podemos sino admirar albergando la esperanza de que deje de hacerlo, de que la serpiente se dé cuenta de que se está aniquilando así misma.
Eso. O seguir leyendo. Eso. O ponernos a escribir. Eso. O plantar cara al esperpento como mejor podamos.
Esto es un chino, un mexicano y un español...parece el arranque de los chistes de cuando éramos niños, bueno por aquí siempre eran un francés, un inglés y un español... Aquí además también también hay un pakistaní, un perro que habla, una niña poeta, dos Laias y toda una fauna de mafiosos mexicanos, políticos catalanes corruptos, un Chuky, un mero mero y un largo etc.
Me parece algo más que una novela entretenida, que lo es, me parece una novela bastante buena.
Esta novela tiene alma, tiene gancho, energía. Tiene también mensaje, contenido de fondo. No había leído a Villalobos, pero me ha dejado sorprendidísimo la valentía y seguridad con que escribe sobre grupos de lo más heterogéneos, la burguesía catalana, el conocimiento de Barcelona, de sus paisanos mexicanos con sus complejos, lastres y prejuicios, además de los muchos puntos fuertes. Es inevitable la comparación con Brenda Navarro, con su Ceniza en la boca y los temas tan semejantes que tocan. Gana Villalobos por goleada.
Conversaciones tan surrealistas como geniales; yo aquí veo una fuerte influencia de Eduardo Mendoza, aunque controlado, sin permitir que la locura y la risa destruya la historia. Satiriza algunas de las cuestiones más de actualidad, lanzando el mensaje pero no de forma doctrinal, sino simpática: género, racismo, clasismo y el nacionalismo más cateto y pueblerino, son parte del contenido.
Novela distinta con estilo propio, en cuanto a la forma y en cuanto a la dosificación de la información que da al lector, haciendo ciertas elipsis en la trama, como el mismo autor nos reconoce en la narración y que lleva a cabo cuando le interesa, y retomando cuando quiere; parece juguetear con el lector.
Es difícil también lograr el buen resultado de una novela con toque policíaco y con un profundo sentido del humor, no sé como explicarlo, digamos que con un fuerte sentido de absurdo de fondo, sin caer en lo ridículo, buenísimo. Juan Pablo Villalobos lo logra con muy buena nota.
Real Rating: 4.5* of five THIS WAS AN EDELWEISS+ DRC. THANK YOU.
I did not know how I was going to review this latest satirical, bitter-as-bile delight from Juan Pablo Villalobos. Now I not only don't have to review it, I wouldn't dare. Robert Rea of estimable literary magazine The Southwest Review has already done everything I wanted to do, only he did it better. You can't see me, but I am vibrating with a Day-Glo orange jealous ragey hatred.
If you liked THE SAVAGE DETECTIVES by Roberto Bolaño (here unsubtly parodied and lovingly honored), or any of Villalobos's previous books (QUESADILLAS or DOWN THE RABBIT HOLE for example), you should rush to the Kindle and download this gem or get the paperbook from your favorite bookery. Wherever you source it, y'all literary readers will most likely never feel a moment's regret that you read it.
How I read this: Free ebook copy received through Edelweiss
This was an odd book - it had a really great writing style and flowed well, but... Somehow the story felt unfinished, and it was utterly, devastatingly depressing despite having an upbeat tone. So I'm not even sure what to make of it.
In the story, a man (the author's alter ego?) leaves Mexico for Barcelona to study literature. But he gets blackmailed into doing awful things by what is basically intentional mafia and this rips his relationship apart, among other things. During the whole book you keep thinking that somehow this will resolve, like in pretty much any story, because why else would the story be told at all - This ending was extremely depressing for me. If you've got anxiety, it's probably not a good idea to read this book, because you'll just think everyone out there on every corner is out to get you and that the world is an awful, despicable place.
Which is odd, cause you'd never pick it up from the witty storytelling tone.
The story is written through multiple perspectives and is at times also epistolary. It gives the feeling of it being sort of put together out of situations, and I liked that - especially because it seems like the author can put on so many hats. The different personalities telling the stories were remarkably different. The writing style was completely different every time another person talked.
The style in which the main character, Juan Pablo, is written, is quick, fun and engrossing - it's like this "we're in the middle of something" rushy style that easily melts through the pages in a little bit of a lopsided way. The author keeps putting asides in parentheses, and the style is quite quirky and humorous. Meanwhile, the other voice, his girlfriend, is a very reasonable one, calm and educated sounding, it's like it actually is another person who wrote those sentences. Then there are other side characters that take over for a little bit, and they have their own voices that can be quirky too. I loved this kind of style because it really gave the book a very dynamic vibe. It was easy to read and it kept me engrossed.
But despite that, like I said, the ending wasn't satisfying at all and the overall story left me quite depressed.
Triggers:
I thank the publisher for giving me a free copy of the ebook in exchange to my honest review. This has not affected my opinion.
El libro llegó a mis manos de la mejor manera: como regalo de mi buen amigo, Luca, quien además consiguió la firma y dedicatoria del autor. Como Mexicana viviendo en Barcelona el libro resultó un doble regalo. Disfruté la lectura desde la primera página, no únicamente por "reencontrarme" con expresiones de "mi tierra" sino también por la naturalidad, frescura y originalidad del estilo del autor. Admiré especialmente los recursos que utiliza para narrar los hechos desde la perspectiva de cada uno de los diferentes personajes, así como la "novedad" (al menos para mí) de centrar la acción en las consecuencias y no en los hechos propiamente, que curiosamente ni siquiera se revelan. Un autor y una lectura muy recomendable... en especial para quienes tengan algún amigo mexicano viviendo por aquí :)
Villalobos'un Latino damarlarında, Cervantes'in Cortazar'ın, Borges'in, Bolaño'nun ve İtalyan mafyasının aranan yüzü İtalo Calvino'nun kanı akıyor. Hem çok basit, hem dolu dolu, hem koskoca bir tarihi taşıyor hem de yaslandığı geleneğin üzerine yepyeni bir tarih yazıyor bence. Tersine bir Don Kişot anlatısıyla, acayip bir Bir Kış Gecesi Eğer Bir Yolcu macerası bir araya gelmiş; biraz günlük, biraz mektup acayip bir kitap çıkmış ortaya.
Bayılıyorum Villalobos'un her yazdığını okumaya. Tavşan Deliğinde Fiesta'dan sonra, edebiyat kuramına yakınsayan; yine cüretkar, yine kafa karıştırıcı ama bambaşka bir roman bu.
Sonsuz sevgiler sevgili Villalabos. Lütfen bizi çok bekletme, hemen yeni romanlar yaz tamam mı?
4,5 estrellas, por el final abierto y anticlimático. Lo acepto, pero me dejó un poco frío.
Por todo lo demás, excelente historia, y la forma como te guía Juan Pablo (escritor no personaje) por los más insospechados derroteros. El personaje del primo Lorenzo y su influencia en la historia creo que es de los mejores (muertos) que he leído en estos últimos tiempos.
Revisaré los otros trabajos de Villalobos, sin duda.
valla villalobos da bizim pek çok yazarımız gibi “tavşan deliğinde fiesta”dan sonra onun kadar iyi bir şey yazamıyor galiba. çok komik yerleri vardı, güldüm eğlendim ama aceleye gelmiş bir son duygusuyla bitirdim romanı. ispanya, meksika ve dönen dolaplar açısından çok aydınlatıcı ama olmamış sanki. iç içe geçmiş mektup, günlük, tamamlamamış bir roman tekniği ustacaydı. çeviri ve dipnotlar çok iyiydi.
Another very enjoyable novel from Juan Pablo Villalobos who also happens to be the protagonist of this story. He's an academic who gets involved in a "project" which his dodgy cousin has rustled up. But it becomes far more involved. I want to keep this vague as a lot of the pleasure comes from the gradual reveal of the various plot lines. The Afterword by the book's translator is also really interesting.
Probablemente esto lo digo porque ahorita estoy metido hasta las chanclas con la autoficción y con las novelas que se jactan de sus condiciones metaliterarias. Pero creo que los juegos que propone con esa autoreferencialidad y con los guiños autobiográficos le salen muy bien y hace que el texto sea sumamente interesante.
Es una novela polifónica en la que convergen las visiones de algunos personajes que ayudan a construir la historia; historia cómica que reflexiona sobre los mecanismos de la comedia y, por supuesto, sobre la literatura autobiográfica.
Me encanta que mezcle este asunto de los estudios literarios, o de los académicos, con El crimen organizado, la mafia, el narco, etc. Me pareció genuino y divertidísimo.
El final, aunque es excelente, me pareció sumamente triste y desolador.
"No voy a pedirle a nadie que me crea" es lo que dice alguien que se dispone a contar una historia que sabe que es totalmente increíble aunque sea cierta y eso es con lo que juega esta novela. Es un ejercicio de autoficción, al protagonista que se llama como el autor, Juan Pablo Villalobos, lo han metido en líos con la mafia mexicana y sus peripecias en Barcelona son, en efecto, increíbles pero he terminado la lectura preguntándome si habrá una mínima verdad en todo este asunto. También es una novela que experimenta con los límites del humor, ya que se narran con un tono humorístico sucesos que en realidad son horribles, lo que provoca en el lector un efecto desconcertante, ¿es gracioso o no? Otro punto interesante es ver Barcelona con ojos extranjeros.
Una novela demasiado consciente de sí misma. Creo que es sólo mi gusto personal, pero esos guiños metatextuales/autoreferenciales estorban a la hora de contar esta historia. El estilo: impecable. Hay un par de personajes memorables, los mismos que aportan casi todo el humor del texto: la madre y el primo. Creo que la fuerza de la novela radica en la estructura y en los recursos que logran distraer a un lector de un argumento tan poco verosímil.
Es BUENÍSIMA esta novela!!! Lo que más amo de leer es saber que siempre puede aparecer este tipo de perlitas. Es un relato gracioso, crítico y sobre todo muy ganchero. Los personajes son logradísimos, en especial aquellos que tienen voz propia. Aplausos al Nen, nen.
super requete simpático, ágil, original, bien trazado, inteligente y poco ordinario en algún momento del final me perdí en la trama (mea culpa, yo creo) en otro, en el medio, medio que me aburrió pero en general, lo disfruté enormemente un premio bien merecido! (gracias Jorge)
Pinche Juan Pablo. Heartbroken. ------------------ "Con los pies chiquititos como para subir corriendo pirámides... olían como a sábanas revolcadas..."
"Eso es cinismo, tío, lo que Sloterdijk llamó realismo malvado."
"el clásico caso de la pareja a la que Barcelona separa"
"Que el humor y la semiótica no encajan."
"...¡hola!?, ¿¡hola!?, repito, intentando ganar tiempo para ver si la realidad, tan omnipresente por lo general, o el realismo, su vulgar lugarteniente, hacen por fin aparición..."
"El héroe que para transformar su futuro debe traicionar su pasado y a los suyos. Donde digo héroe digo pendejo."
"Cómo sois los mexicanos, tía, no os merecéis a Zapata. Pancho Villa invadió Estados Unidos y vosotros os cagáis con la policía catalana."
"...y los catalanes son pesimistas por naturaleza..."
"...cómo ibas a hacerle para progresar en la vida si te dedicabas a investigar la influencia de un pinche escritor muerto en los libros de otro pinche escritor muerto..."
"Esta ciudad, o al menos el barrio en el que vivo, sólo conoce dos estados de ánimo: la histeria del parque de diversiones y la desolación de los cementerios."
"...yo pensaba que la gente que leía mucho era buena, que no se metía en líos..."
"...ya ves cómo es tu padre, que quiere dialogar hasta con las hormigas para pedirles que se vayan del jardín en lugar de echarles veneno."
"enfermos de literatura"
"(no hay peor enemigo de la verdad que la lógica narrativa)"
"...y recapacité en que la manera de practicar el castellano de los españoles, ese modo que con frecuencia me ofendía y que yo sentía plagado de agresiones, se basaba en una idea de la precisión con la que los mexicanos, y quizá los latinoamericanos en general, tan adeptos a los circunloquios, no sabíamos lidiar."
me tardé tanto en leer esta novela. Es maravillosa: ágil, graciosísima y que también cala mucho. El autor me ha caído genial, lxs narradores también. Me encanta porque lo he sentido como un juego y disfruté tanto tanto leerla.
por dios qué novela tan graciosa!!! y me gusta como parodia a los detectives salvajes!! y las referencias a Ibargüengoitia, y las cartas! y el primo: maravilloso.
Juegos metaliterarios que me han ganado. En la mitad flojea, pero el comienzo es muy prometedor y el final es simplemente genial. Como "Barcelonesa" viajada a México he disfrutado mucho con el(los) punto(s) de vista méxicano(s), las descripciones de las calles de Barcelona y sus gentes (descripciones o críticas poco piadosas).
¿Y si tu vida dependiera de seguir el guion de una novela que no has escrito?
Imagínate que te vas a Barcelona con una beca para escribir una novela y, de pronto, te das cuenta de que ya estás dentro de una. Pero no una cualquiera, sino una de esas que no te piden permiso para convertirte en personaje. Una novela en la que te ves arrastrado por una trama criminal absurda y delirante, donde la lógica es un chiste malo y la realidad es solo un borrador que alguien más está reescribiendo. Bienvenido al mundo de No voy a pedirle a nadie que me crea, un libro que se ríe en tu cara mientras te empuja por un tobogán sin final claro.
La premisa es sencilla: Juan Pablo Villalobos (el autor) crea a Juan Pablo Villalobos (el personaje), un escritor mexicano que se muda a Barcelona con su novia, becado para escribir una novela. Pero antes de irse, un primo lo mete en un enredo mafioso, y de ahí en adelante todo se desmadra. O mejor dicho: todo se desdobla. La historia se convierte en un juego de espejos entre realidad y ficción, donde la literatura no es solo un tema, sino un arma y una trampa.
Villalobos no escribe para que te relajes. No hay respiro. Su prosa afilada y su humor corrosivo te llevan de la mano a través de un desfile de personajes disparatados: mafiosos grotescos, académicos pedantes, conspiradores chapuceros y aspirantes a escritores que se creen genios incomprendidos. Todos exagerados hasta el ridículo y, sin embargo, inquietantemente reales. Porque aquí está la gracia: la novela es una sátira, sí, pero también es un espejo que deforma para revelar verdades incómodas.
¿Y qué tiene de particular el humor de Villalobos?... ¡Vaya con el humor de Villalobos! Porque mira, el tío no te va a hacer reír con bromas fáciles, no. Lo suyo es más como un chiste incómodo que se cuela en tu cerebro y te deja pensando si realmente entiendes el desastre que estás leyendo. Los personajes, desde el mafioso torpe hasta el escritor pretencioso, son tan absurdos que parecen salidos de una telenovela, pero al mismo tiempo, no puedes evitar ver en ellos una crítica brutal al mundo que nos rodea. Y ahí es donde la cosa se pone interesante: te hace preguntarte, ¿realmente somos los protagonistas de nuestras propias historias o solo estamos interpretando un papel? Cuando todo encaja y descubres que es una parodia, te das cuenta de que, en el fondo, estás riendo… de ti mismo. La ironía de Villalobos es tan afilada que ni te percatas de que te acaba de dar un puñetazo en el estómago mientras te mantiene riendo.
Y si la historia ya es un delirio, la manera en que está contada lo lleva al siguiente nivel. Villalobos no se conforma con un narrador lineal: aquí hay monólogos interiores, cartas melodramáticas, emails, diarios, diálogos que parecen sacados de una obra de teatro del absurdo… Es un caos orquestado con precisión de relojero. Y en medio de este pandemónium formal, brilla un personaje que ni siquiera necesita aparecer físicamente para ser inolvidable: la madre del protagonista. Un prodigio de chantaje emocional que se las arregla para estar en todas partes sin estar en ninguna, bombardeando a su hijo con cartas donde el drama alcanza niveles operísticos. Si Juan Pablo cree que huye a Barcelona, ella le recuerda que una madre mexicana siempre encuentra la forma de colarse en la maleta, aunque sea en forma de reproches escritos.
El gran truco de Villalobos es cómo juega con la noción de control. El protagonista, que se suponía autor, termina como una marioneta. ¿Quién manda aquí? ¿El narrador? ¿Los personajes? ¿El lector? En un mundo donde todos parecen seguir un libreto impuesto (político, económico, cultural), Villalobos plantea la pregunta definitiva: ¿qué tan libres somos realmente? Y lo hace con un cinismo que duele porque suena demasiado cierto.
Pero no te equivoques: esto no es solo un ejercicio intelectual. Es una novela que se siente. La angustia, la risa nerviosa, la sensación de estar atrapado en una broma que no entiendes del todo. Y cuando llegas al final, cuando crees que quizá tienes algo de claridad, la historia te da un último golpe y te deja con la sonrisa torcida.
No voy a pedirle a nadie que me crea es muchas cosas a la vez: una novela negra absurda, una sátira literaria, una burla del academicismo, una farsa política y, sobre todo, un recordatorio de que la realidad es tan ridícula que, si no te ríes, te come. Y aquí estamos todos, riendo. O creyendo que reímos. O fingiendo que creemos. O creyendo que fingimos. O… ¡qué lío! ¿Y si al final resulta que la única forma de sobrevivir fuera aceptar que nunca vamos a entender del todo en qué historia estamos metidos? Mira, en serio, yo no voy a pedirle a nadie que me crea, pero si hay algo que te puedo asegurar, es que esta novela merece que le eches un vistazo. No te arrepentirás.
Que buen libro. Una historia inconclusa y que se reconoce inacabada, pendiente de un final. Los personajes, sus voces y diálogos son magistrales, muy divertidos,cada uno es único ... uno llega a conocerlos de cerca. La Madre y El Primo son unas maravillas.
Aparte de la construcción, la trama es entretenida, alrededor de una red criminal se teje toda la novela en la que accidentalmente caen los protagonistas y de la que no logran salir ...
Buenísima novela. Delirante, divertida, trágica... El mismo humor de Villalobos, pero con una estructura más sofisticada: cambios de voces, elipsis, etc.
Me ha encantado, sin ser fantasía es exactamente lo que necesitaba. Me ha parecido brillante cómo el autor se sirve de la estructura y el estilo narrativo para caracterizar a los personajes. Te sientes un invitado que lee y completa la historia a través de un dossier de investigación: una novela, un diario y unas cartas. Todo unido por el hilo conector de lo hilarante y lo bizarro, haciendo de la tragedia, comedia. El lenguaje es directo y literal, lo que hace divertido que los extranjeros sean racistas y los gays homofobos. Hay partes q se hacen un pelín pesadas (cuando se insultan los unos a los otros y dicen hijo de la remil chingada 400 veces), pero entiendo q es para darle ese punto de autenticidad (dentro de q parece una telenovela) cómica. En fin este libro se resume en: todo x la comedia
Juan Pablo Meksikalı bir öğrenciyken edebiyat doktorası için Barcelona’ya gideceği gün kuzeni yüzünden dahil olmak istemediği bir projeye sokulmuş başkarakterimiz. Yazar Juan Pablo Villalobos uyuşturucu mafyasıyla başlayan serüveni yolsuzluk, göç, ırkçılık gibi ciddi konuları farklı bir harmonide güldüren kısımları olan şekilde yazıyor. Aileden gelen mektup, ayrıldığı ama beraber kaldığı kız arkadaşın günlüğü, bitmemiş bir roman anlatısı derken okuması, çevirisi aslında başarılı bir kitap. Okuduğum zamanla ilgili olarak her bölümden sonra uzun aralarla gündeme daldığım için boşlukta kaldığımı düşündüğüm bir eksiği var.
Contando la historia de un mexicano, el cual se traslada a Barcelona con fin de doctorarse da inicio esta novela de Juan Pablo Villalobos, la cual obtuvo el 34 Premio Herralde de Novela 2016. «Juan Pablo Villalobos escribe como actuaba Buster Keaton: te arranca la carcajada manteniéndose impávido, sin mover un músculo. En sus anteriores novelas ya había ido construyendo un mundo propio con personajes entrañables y excéntricos a los que les sucedían cosas extrañas y divertidísimas. Y ésta lo consagra como un escritor imprescindible. En ella, y a través de la odisea de un hombre normal que se ve envuelto en peripecias de lo más rocambolescas, nos habla de la realidad y la ficción, o sea de la importancia de la literatura en nuestras vidas, y del papel fundamental del humor »
Una parodia del mundo literario, un personaje que lleva el nombre del mismo autor con una trama algo atípica, donde el principal personaje se ve inmerso en un ritmo de grupos criminales, todos ligado a un primo, un aspirante a estafador. Juan Pablo Villalobos, personaje, se ve enredado a los delincuentes, delincuentes que trazan el destino del protagonista. Una novela con una pléyades de personajes que se irán añadiendo a la vida del principal personaje, con las amenas conversaciones coloquiales de cada uno de ellos. En el entramado de la novela conocemos a Laura y su diario, la novia del protagonista. Una de esta cartas, la post mortem enviada por el primo estafador es la mas destacable.
Mas allá de la trama deliberadamente arbitraria y delirante, que quiso dar el autor a esta novela, y mas allá del premio otorgado tengo algunas dudas. Lo que si no dejo a un lado su risibilidad, como bien se sabe, Villalobos practica la risa con los personajes que va narrando en su novela, imitando acentos y jergas, que creo que esta parte juega un elemento central del ingenio lingüístico y capacidad de recrear distintitos dialectos e idiolectos.
Una historia que disfruté tremendamente, aunque yo sentí muy anti climático el final, yo soy fan de esas historias donde no tienen que contar todo para saber cómo terminaron los personajes.
Le puse 4 estrellas porque no sentí que el escritor aportara algo nuevo a lo que estoy acostumbrada, no me malinterpreten amo este particular estilo de contar la historia… y quiero explicarme
El tipo de escritura de comedia negra de esta novela la sentí muy al estilo de los directores hermanos Coen (El Gran Lebowski, Sin Lugar para los débiles, Fargo) y Quentin Tarantino (Pulp Fiction, Jackie Brown, Reservoir Dogs) en donde una o varias personas comunes y corrientes se ven involucrada en una situación inverosímil e increíble con personas muy peligrosas dispuestas a todo para salirse con la suya y a su vez como estos individuos tratan de navegar entre las olas o contracorriente para poder salvarse, en ocasiones les funciona y en otras no tanto y termina siendo un desastre, en este caso siento que Juan Pablo Villalobos hizo un excelente trabajo en plasmarlo en tan pocas páginas.
Mais que fazer essa resenha, é difícil até classificar o livro: romance policial ou comédia? Talvez o livro seja uma mistura dos dois, mas obviamente a parte humorística é o grande destaque em várias frentes: na ironia de Juan Pablo em tratar as mais variadas situações absurdas que se colocam à sua frente; na sua mãe, que não tem freios na língua para criticar as escolhas do filho; na acidez da namorada, que não consegue superar o rompimento dos dois; e no primo, que é o típico malandro atrapalhado, que acredita ter ideias brilhantes, mas só se dá mal. Os quatro alternam-se como narradores dessa história maluca, que arranca risadas do começo ao fim.
Li muito poucos livros de comédia até então, e neste estilo me parece ser fácil o autor se perder em uma trama ruim ou personagens estereotipados demais; mas dá pra cravar que o segredo do sucesso deste livro é - apesar do enredo simples, similar a diversos filmes que você já assistiu na Sessão da Tarde - saber alternar ironia, acidez e a piada escrachada, de riso solto. E, de bônus, tem um final interessante, que surpreende.
Un libro muy entretenido, me reí muchísimo más de lo que esperaba. Aprecié un montón la estructura en que está narrada y toda esta trama meta de la autoficción, trata de la realidad y temas serios a través de una historia ligera y divertida. Muy recomendado y exactamente lo que necesitaba después de tan mala racha con la lectura este año
El autor Juan Pablo Villalobos hizo una novela excelente, me gustó mucho su historia y su argumento. Los distintos personajes son atractivos, tanto el protagonista Juan como Valentina, la madre de Juan y el primo, son muy interesantes y llevan muy bien la trama. Sus maneras de hablar tan características le dieron frescura a mi lectura. El estilo narrativo humorístico me pareció una buena combinación con el género negro. La verdad es que prácticamente todo en esta historia me gustó, sus múltiples voces, su estructura, su estilo transgénero al utilizar la epístola y el diario personal como recursos narrativos. En el fondo hay un tema muy serio, como el de la corrupcion y las mafias trasnacionales que deja una sensación de impotencia en la lectura, hace sentir que su poder es intocable, definitivo. De igual modo me gustó mucho la descripción de la ciudad de Barcelona, cosmopolita, sede para la migración desde los países más pobres, combina en sí misma la belleza de sus calles y sus plazas con el horror de la impunidad, la deshumanización y la desigualdad. Muy poco puedo decir sobre lo que no me gustó, porque mi visión es la de un simple lector inexperto en temas literarios, pero sentí que los personajes principales al final se vieron muy débiles, especialmente Juan, quien no hizo nada por su vida, para mi gusto se quedó amarrado, engarrotado, sin demostrar coraje, ganas de superar su situación, la verdad me pareció un personaje al final endeble. Por lo menos hubiera hecho algo por si mismo y no resignarse. Eso no me gustó, por lo menos hubiera metido las manos contra el licenciado o contra el Chucky. En fin, la novela es muy, muy buena. Mereció el premio que ganó, indiscutible. Altamente recomendable.
Prior to flying to Barcelona to study, the Mexican student protagonist is abducted, taken to a grimy cellar, where his cousin is gagged and tied to a chair. His gangster kidnappers give the student a mission, whilst in Barcelona he is to fall in love with the daughter of a corrupt politician. The protagonist incidentally, has the same name as the author. If it was to be solely a gangster novel, it would be half as long. That may have worked better, but it is not in the Villalobos style. So there’s a lot of other interactions around the Barcelona University going on as well, which give the story its humour, and the quirky ness that is the author’s trademark. The translator, Daniel Hahn, writes an afterword on how difficult the novel was to translate, being written in the four styles of the different people who tell the tale. It must have lost something, despite his best efforts. I enjoyed it, but not one of the best of Villalobos.