Lo hemos logrado, Michael

Mi admirado Michael Jackson,

Trece años después de tu muerte, la cual coincidió en una época de gran transición para mí (no por ti, que fuiste imprevisible, sino por mi paso del colegio al instituto con todo lo que conlleva), tengo que felicitarte por muchas más cosas que por tus ya más que sabidos logros musicales. No solo porque ayer hicieron los 64 años de tu nacimiento que jamás llegarás a cumplir: invertí unos tremendos esfuerzos en defenderte, tal vez excesivos e innecesarios, que por fin se han visto recompensados con lo que yo ya advertía entonces. Una anticipación que ha sido mucho más sutil, pero a la vez más efectiva.

Los que tanto te acusaron falsamente y te señalaron con el dedo durante décadas, ahora parece que se han convertido en tus mayores admiradores, aunque no quieran reconocerlo abiertamente. Antes te tachaban de loco, y hasta de "Dangerous", por ciertas conductas tuyas que llegaron a ser distorsionadas en público. Hoy en día, no solo imitan varias de ellas, sino que las llevan a extremos mucho más lejanos que los tuyos.

¡Ni te imaginas cómo fue mi idolatría hacia ti, que incluso los no creyentes llegaron a considerarme una blasfema! Actualmente, se me han adelantado en cuanto a elevarte a los altares, porque llevo ya como mínimo dos años y medio viéndote incluso en las iglesias. Tus ocultos devotos llevan al menos un par de tus prendas de vestir, y además nos obligan a los demás a vestirnos con ellas. ¡Hasta nos inculcan tus supuestas manías sociales en cuanto a las cuestiones físicas! En torno a esas mecanizaciones, se ha fundado una nueva religión que ya cuenta con millones de practicantes alrededor del mundo.

Así es, Michael: ¡en 2022, estás hasta en la sopa! ¡Entre todos te hemos hecho buenísimo!

Sin embargo, admirado Michael, conservo tristes noticias: para muchas de esas personas, el malo malísimo sigues siendo tú. Aunque de golpe se han aplacado varias quejas contra ti, otras persisten como cuando se lanza la piedra y se esconde la mano. La humanidad se ha vuelto mucho más infantil que tú cuando te identificabas con Peter Pan, sobre todo en lo que a preservar la intimidad de los niños se refiere. Y sí: es odioso juzgar por las apariencias, por el cuidado de tu cuerpo o por la crianza de tus hijos... Menos cuando se trata de ti.

En fin, saco una gran lección de humildad que recibí hace unos meses: al final, el tiempo pone a cada uno en el lugar que se merece, pero en una combate que se debe librar desde Lo Más Alto, donde se pronuncia la última palabra. Esos mismos años transcurridos que también han acabado dando la razón a tu gran amiga Diana Spencer, cuya injusta muerte precedió a mi nacimiento a la puerta y que, igualmente, acabó adelantando muchos terribles acontecimientos que, insinuados en su boca, sonaban a una locura ante la que ya cuesta agachar la cabeza.

Muchas felicidades, Michael. Porque ahora, aunque tampoco sea nada sencillo abrir los ojos, todo es mucho más claro e impactante.
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Published on August 30, 2022 11:40
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Un Alma Libre De Mente Inquieta

Irene Maciá
Reflexiones introspectivas y personales de la escritora Irene Maciá.
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