Irene Maciá's Blog: Un Alma Libre De Mente Inquieta
June 16, 2025
Seducir con tus sentidos

My rating: 5 of 5 stars
Segundo libro de Inés Sainz Esteban, Miss España 1997 y excelente profesional de la comunicación. En esta nueva aventura literaria, la autora se adentra en el ensayo desde su dilatada carrera como modelo y trabajando de cara al público. Concretamente, nos comparte unas pautas para emplear los cinco sentidos (oído, vista, tacto, gusto y olfato) con objetivos prosociales.
Como primer punto a destacar, apoyo totalmente la matización de Inés acerca de la seducción, puesto que enseguida pensamos (a menudo, de forma despectiva) que se recluye a un ámbito sentimental o sexual, aunque es innegable que puede potenciar tu vida en pareja. De hecho, la seducción es un método mediante el cual podemos aproximarnos a cualquier interlocutor, según el contexto presentado y cómo lo manifestemos. No se conforma con lograr una mayor proximidad con familiares o amistades, sino que también introduce el mundo laboral debido a lo imprescindible que es saber conectar con el consumidor para que subsistan los servicios ofrecidos, sobre todo entre los autónomos. Yo definiría como carisma a esa destreza para encandilar a los receptores de nuestro mensaje con la expresión comunicativa.
Inés Sainz posee una increíble cultura para ejemplificar las circunstancias de la seducción. Algo que me ha parecido muy inteligente por parte de la autora es no limitar el empleo de los sentidos a lo más factible, sino que con gran inteligencia ha dotado a cada sección de una dirección figurada: tener tacto para demostrar empatía, buen gusto manejando una conversación elegante, alegrar la vista con nuestra apariencia externa, prestarse a escuchar al que busca consejos, transportarse a los recuerdos desprendidos por los aromas... Casi diría yo que "Seducir con los sentidos" podría servir como recurso para unos destinatarios específicos que ansíen corregir déficits en sus habilidades sociales, como serían los pacientes con Trastorno del Espectro Autista. Tampoco viene mal su recordatorio para mantener unos buenos modales, puesto que Inés remarca cómo la mayoría de la gente detesta las groserías.
Desde un nivel más técnico, este libro es bastante fácil de leer por su relativa brevedad y por escribirse con un lenguaje accesible, con el que Inés Sainz busca acercarse al lector en medio de un clima acogedor. Lo cual, vuelve a denotar una enorme importancia por parte de la empresaria para que la gente se sienta como en casa.
Recomiendo mucho esta obra para quienes busquen fortalecer sus relaciones interpersonales en todas sus expansiones, enfrascándose en el arte de ser encantador a través de la enriquecedora experiencia de Inés Sainz.
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Published on June 16, 2025 16:17
July 3, 2023
El legado de los Jackson: sus archivos familiares

My rating: 5 of 5 stars
Archivo histórico y fotográfico sobre la carrera de los Jackson 5/The Jacksons, la boy band con la que Michael Jackson saltó a la fama en su niñez con la compañía de sus hermanos. Este libro llegó a mis manos como si de una disposición providencial se tratase: en fechas del 14 aniversario de la muerte del Rey del Pop, me encontré el grueso "Legado de los Jackson" en una destacada librería de mi ciudad por tan solo 7 euros. No me podía creer que un libro tan completo, y sobre una temática que llevaba años sin adquirir, costase tan barato. Tal es así, que lo pasé varias veces por el detector de código de barras para cerciorarme de que no era una alucinación. Cuando por fin lo compré y empecé a leerlo, la preadolescencia se me echó encima con un peso que jamás hubiera imaginado.
"El legado de los Jackson", lanzado con motivo del 60 aniversario del lanzamiento del primer single de la banda ("Big Boy"), recopila una extensa colección fotográfica, siendo ésta la mayor y más completa nutrición de la obra, junto con testimonios cronológicos de los propios hermanos sobrevivientes de Michael: Jackie, Tito, Jermaine, Marlon y Randy. Aunque ya conocía gran cantidad de fotos desde 2009, las restantes eran totalmente desconocidas para mí. Más aún: se molesta en describirte las carreras en solitario de cada hermano, detalles de las giras de conciertos, las perspectivas particulares de los Jackson ante un mismo suceso, secretos familiares que permanecieron inéditos hasta ahora y qué ha sido de sus carreras artísticas tras el fallecimiento de Michael. Muchos detalles ya me sonaban por lo que investigaba antaño o por lo que visualicé en la miniserie "Los Jackson, un sueño americano", pero ignoraba el retorno a la actividad de The Jacksons con funciones alrededor del mundo (de hecho, llegaron a actuar en mis tierras alicantinas sin yo haberme enterado en su día).
Fue en estos detalles cuando me di de bruces con mi pasado: justo cuando creía que en mi época de instituto lo sabía absolutamente todo sobre esta familia, llega "El legado de los Jackson" en una etapa totalmente distinta de mi vida y me demuestra cuán equivocada estaba. La parte emocional ha sido la que más ha pesado en mi lectura, la cual ha sido muy fácil y cómoda por el formato del libro. He retrocedido a aquel frenético año 2009 en el que el mundo sucumbió ante la muerte más mediática que jamás he vivido en una celebridad, recordando la influencia que ejerció en mí durante toda mi adolescencia. Me he mirado a mí misma, comparando lo mucho que he crecido desde entonces en todos los sentidos (inocencia infantil VS madurez adulta) y a dónde ha ido a parar el mundo en estos años. Especialmente, por cómo hemos dejado pequeño a Michael Jackson en cuanto a todas las barbaridades de las que siempre le han acusado. Al final, el Cielo pone a cada uno en el sitio que se merece, y el Rey del Pop está en uno inmenso para la eternidad.
Recomiendo "El legado de los Jackson" a cualquier fan de Michael Jackson o de los Jackson 5 que quiera sorprenderse con nuevos y sorprendentes datos sobre ellos con una dinámica ilustrativa y colorida. Eso sí, preparaos para emocionaros si sois igual de dados a la parte nostálgica que yo.
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Published on July 03, 2023 11:36
May 16, 2023
Ser mujer en esta Iglesia: ¿Qué hace una chica como yo en un sitio como éste?

My rating: 1 of 5 stars
Primer libro adquirido sobre teología feminista, decidiendo darle una oportunidad para que no me acusen de ser una "ignorante cerrada de mente" y porque de verdad me interesa conocer nuevos puntos de vista que puedan enriquecerme. En este caso, me esperanzaba poder encontrar a alguien que, al igual que yo, se opone a que limiten las vocaciones cristianas solo al matrimonio o a la vida sacerdotal y consagrada: por quedarte siempre soltera, no significa que debas enclaustrarte en un convento y dejar de contribuir desde el mundo. Pero al final, mi gozo en un pozo: ha resultado ser peor este remedio, que la enfermedad inicial.
Defino a este libro como “tan feminista que termina siendo machista circularmente sin darse cuenta”. Porque ni os imagináis la cantidad de misoginia y de clasismo que la propia autora desprende a lo largo de sus páginas, rebajándose con su estilo particular al mismo nivel de los hombres a los que critica. Así es: Cristina Vega dirige unos desprecios descomunales a las mujeres de clase media y baja. Monjas, laicas de a pie, animadoras de Pastoral Juvenil, directoras espirituales de mujeres que lo están pasando mal, trabajadoras sociales contra la pobreza… Ellas son “del pueblo”, y no tienen el mismo poder por no estar en la élite. Ahí me sentí especialmente insultada, como mujer laica a la que encanta trabajar y administrar los bienes ganados con el sudor de su frente. Cristina Vega afirma que las mujeres no tienen presencia ni en sus propios ministerios, porque el monopolio sigue correspondiendo a los sacerdotes. Según la autora, ellas le regalan su trabajo a los curas, y ellos las manejan como títeres de su propia creación. Yo lo he observado justo al revés: ya he perdido la cuenta de entidades religiosas en mi diócesis que son configuradas y lideradas por mujeres con pleno dominio sobre sus estatutos, en donde los clérigos solo se limitan a ratificarles lo votado o a disolver en caso de irregularidades (por ejemplo, desfalcos económicos).
Me ha dado la impresión de que Cristina Vega no conoce a fondo ni la historia de su propia Iglesia. Arremete contra Juan Pablo II, acusando a su documento “Mulieres dignitatem” de ser un lavado de cara, cuando el pontífice siempre apoyó el liderazgo femenino en el trabajo y en la política hasta en soltería, no solo en el matrimonio o en la vida consagrada. Algo que se repite en la omitida “Carta a las mujeres”, en donde además Karol Wojtyla dedica un epígrafe de condena a la violencia doméstica. En su “Carta a las familias”, el polaco vuelve a meter un zasca: escribe sobre padres y madres, hermanos y hermanas, hijos e hijas… Porque el término griego “andrós, andrópos” de la Biblia original, significa “personas” (ambos sexos) en la mayoría de veces que se cita. Como revolución para el servicio en el altar, Juan Pablo II ya permitía por escrito a las mujeres lectoras y acólitas en misa, con antecedentes de Pablo VI y el preconciliar Pío XII (quien quiera la bibliografía, que me la pida para pasársela). Si después Cristina quisiera salirnos con que las monaguillas y las ministras extraordinarias de la Sagrada Comunión no aportan nada a la Eucaristía, como las obreras a las que León XIII quiso proteger de la explotación laboral con su “Rerum novarum” en el siglo XIX, apaga y vámonos.
Jesucristo es disminuido casi como un gurú gnóstico de la Nueva Era, y lo relativamente poco que se cita de la Biblia, es para distorsionarla a conveniencia de la autora. Casi me da algo cuando Cristina afirma que el Redentor jamás exhortó a creer en Dios, a bautizarse o a adherirse a su Iglesia. Es más: asegura que Jesús nunca habló de una Iglesia, sino solo de un Reino que es edificado exclusivamente por las obras subjetivas de la gente, incluso por los que niegan o rechazan la existencia del Señor al que teóricamente sirven. La conversión se queda en una simple evolución del autoconocimiento y la conciencia sobre el entorno. Los méritos de Jesús, empezando por la gracia de fe en su muerte y resurrección, quedan relegados a los planos más marginales. Por no hablar de las burlas de la autora hacia la maternidad de la Virgen María, quien no solo amó con locura a su Hijo, sino que recibió el Espíritu Santo junto a los apóstoles en Pentecostés para evangelizar. También insiste en que las mujeres hebreas siempre eran condenadas a la invisibilidad doméstica. Cuando desde el Antiguo Testamento y pasando por las epístolas paulinas; existen infinidad de guardianas del Arca de la Alianza, juezas, reinas, profetisas, diaconisas, heroínas de guerra, pastoras con sus maridos en iglesias recién levantadas... Podría haber empezado por ahí con sencillez, pero es que ni eso.
Para rematar la faena, “Ser mujer en esta Iglesia” está lleno de contradicciones. Primero asegura que lo importante es el contenido del mensaje y no pertenecer a una institución, luego sueña con diseñar una nueva estructura social con reglas predefinidas por la misma autora. Primero dice que quiere ser sacerdote porque son los que toman el mando por encima de los laicos, a quienes califica como poco menos que esclavos; luego rechaza ser sacerdote por las exigencias que conlleva y por no perder su autonomía de laica. Primero infravalora a las mujeres que limpian y ponen flores en el templo porque “no contribuyen en nada como desde el sacerdocio”, luego alaba al 90% de gente humilde que sostiene los cimientos de la Iglesia contra el 10% de clero…
Aunque lo más gracioso de todo, es que Cristina Menéndez Vega anima a las mujeres a “empoderarse” sin tener que depender de nadie, pero durante todo el libro no para de exigir la aprobación de los hombres a los que ella llama machistas, porque no puede avanzar sin ellos. Si tan mal te han tratado en la Iglesia por culpa de la supremacía masculina, ¿por qué te empeñas en aferrarte a aquellos que te discriminan? ¿Acaso no te basta con lo que Jesucristo hizo por ti en la cruz, igual de aplicable para los hombres?
Rescato una anécdota de la autora, para remarcar el recochineo: en un viaje de Cristina Vega a una comunidad apartada y selvática de Chile, la Liturgia de la Palabra era realizada por una mujer laica al no poder permitirse traerse a curas. Ninguno de los hombres que asistían a los oficios, escupió u apedreó jamás a la mujer que presidía. Esto es más común de lo que se cree: el Vaticano lo autorizó hace varias décadas para los lugares con escasez de recursos, como yo he sabido en aldeas rurales y casi abandonadas del interior de España. Sonrío por cómo algo que a Cristina le fascinó, fue llevado a cabo por los sectores más marginales de la sociedad, a los que ella les atribuye un encasillamiento clasista. Más buenas noticias para Cristina: en la Renovación Carismática Católica, con una altísima participación de los laicos en sus asambleas, te faltan dedos para contar a las mujeres laicas y consagradas predicando con la misma energía que un pastor evangélico.
Pero no, Cristina vuelve a hacer gala de un carácter antibíblico: las mujeres solo nos sentiremos plenas cuando nos vistamos con sotana y presumamos de parroquias a nuestros pies, no agradeciendo el sacrificio que Jesús cargó sobre sus hombros para liberarnos del yugo condenador del pecado. Si exiges el sacerdocio femenino por afán de poder y aparcando el servicio, le quitas todo el sentido a la vocación cristiana y te conviertes en la misma avariciosa que ciertos personajillos de alta alcurnia que han pasado por el Vaticano (Mt 20:20-28, Lc 14:7-11).
Os cuento mi experiencia en la Iglesia: quienes más me han mirado por encima del hombro por evangelizarles con la Verdad en la mano, animándome a “meterme a monja” por ello, han sido precisamente los más modernistas. Ellos veían a la Iglesia como un método ascender en privilegio social, creyéndose más que los de abajo por acumular cargos y contactos en la diócesis. La espiritualidad bíblica era lo que menos les interesaba, porque a este puñado le atraía la parte más “empresarial”. En cambio, los que a mí más me han apoyado en mi ascenso cristiano, incluyendo créditos a mi nombre, han sido los más conservadores (y sí, hay curas). Ellos me han animado mucho, pidiéndome que renuncie a mi temor al “Qué dirán”. La diferencia radica en el tono de la intención con que tú dotes a tus palabras y acciones.
La única vez en mi vida que a mí me trataron mal dentro de la Iglesia (lo hicieron conservadores, porque gente buena y mala hay en todas partes), no fue por ser mujer, sino por una condición mía de nacimiento por la que sí que había aún mucho trabajo por hacer al empezar la década de los 2000. Y más de 20 años después de aquella experiencia, esa historia tuvo un final muy feliz en el mismo emplazamiento donde sucedió. Muchos hombres y mujeres se me acercaron espontáneamente a felicitarme por compartir un testimonio personal de vida, en el que no revelé quién era yo, ni emprendí una venganza revanchista, ni señalé a nadie con el dedo, ni los demás percibieron mi rasgo natal en ningún momento.
Termino con una frase que solía decir mi profesora de Filosofía en el instituto, súper atea pero igual de feminista y progresista que la autora de esta obra: “Peor que un hombre machista, es una mujer misógina que asume esa misma actitud para buscar la validación del ‘patriarcado’”. Y peores que los cristianos machistas, son las feministas que elaboran su teología en base a los falsos mitos propagados por los hombres a los que no queremos parecernos.
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Published on May 16, 2023 09:51
September 19, 2022
La hija del tiempo (mis Bodas de Plata)
Aún conservo fresco en la memoria aquel 8 de agosto de 2008, día en que comenzaron los JJOO de verano en Pekín (China). Desde la impresionante tamborrada del inicio hasta el espectacular encendido del pebetero, pasando por el inmenso desfile de todas las delegaciones... No me perdí absolutamente nada. Pero fueron precisamente las imágenes del ex gimnasta Li Ning sobrevolando los tejados del estadio Nido de Pájaro, con la antorcha olímpica desplegando un pergamino que mostraba todo su trayecto desde el nacimiento de la llama en la griega Atenas. Un recorrido que, además, ostenta el récord de ser el más largo de toda la historia del olimpismo.
Esta secuencia es la que más ha ocupado mis pensamientos en este día tan común y corriente para mí y en el que, sin embargo, celebro mis Bodas de Plata. Es decir, un cuarto de siglo haciendo ruido sobre este plano. Quizás es por eso que hoy recuerdo a Li Ning en esos tejados de Pekín: soy muy pequeña desplegando una historia muy larga, que a saber si también tiene la dignidad de ser grande, como la vieron quienes estuvieron contemplándolo personalmente en el Nido de Pájaro. Por muy mínimo que sea, me percibo como una Hija del Tiempo.
Llegué justo después de la muerte simbólica de la década de los 90 con el fallecimiento de Diana de Gales, tan impactante que parecía que me hubiera pasado el testigo, o predicho mi fascinación por los acontecimientos mediáticos que yo viviría más adelante, como cuando faltó su amigo Michael Jackson doce años después; o cómo nos cambiaron radicalmente de era a partir de 2020 sin esperarlo, cuando creíamos que no nos tambalearían más desde el 11-S. Pero por encima de todo ello, quiero que se me conmemore como alguien que hizo y sigue haciendo cada vez más dentro de lo que se le ha permitido otorgar, sin olvidar nunca de dónde procede y a dónde quiere llegar, sin perder el equilibrio del norte. Zarpo a bordo de mi propio Titanic, como mi película favorita estrenada en mi año de nacimiento, pero sin permitir que más icebergs pretendan impedirme alcanzar el destino que deseo.
Hoy es un día más común y corriente de lo que creía que sería para ser estas Bodas de Plata, puede que como recordatorio para conservar la humildad. Pero me gustaría pensar que podré despedir este día con las palabras GRACIAS POR TODO LO BUENO susurradas en mis labios.
Esta secuencia es la que más ha ocupado mis pensamientos en este día tan común y corriente para mí y en el que, sin embargo, celebro mis Bodas de Plata. Es decir, un cuarto de siglo haciendo ruido sobre este plano. Quizás es por eso que hoy recuerdo a Li Ning en esos tejados de Pekín: soy muy pequeña desplegando una historia muy larga, que a saber si también tiene la dignidad de ser grande, como la vieron quienes estuvieron contemplándolo personalmente en el Nido de Pájaro. Por muy mínimo que sea, me percibo como una Hija del Tiempo.
Llegué justo después de la muerte simbólica de la década de los 90 con el fallecimiento de Diana de Gales, tan impactante que parecía que me hubiera pasado el testigo, o predicho mi fascinación por los acontecimientos mediáticos que yo viviría más adelante, como cuando faltó su amigo Michael Jackson doce años después; o cómo nos cambiaron radicalmente de era a partir de 2020 sin esperarlo, cuando creíamos que no nos tambalearían más desde el 11-S. Pero por encima de todo ello, quiero que se me conmemore como alguien que hizo y sigue haciendo cada vez más dentro de lo que se le ha permitido otorgar, sin olvidar nunca de dónde procede y a dónde quiere llegar, sin perder el equilibrio del norte. Zarpo a bordo de mi propio Titanic, como mi película favorita estrenada en mi año de nacimiento, pero sin permitir que más icebergs pretendan impedirme alcanzar el destino que deseo.
Hoy es un día más común y corriente de lo que creía que sería para ser estas Bodas de Plata, puede que como recordatorio para conservar la humildad. Pero me gustaría pensar que podré despedir este día con las palabras GRACIAS POR TODO LO BUENO susurradas en mis labios.
Published on September 19, 2022 11:45
August 30, 2022
Lo hemos logrado, Michael
Mi admirado Michael Jackson,
Trece años después de tu muerte, la cual coincidió en una época de gran transición para mí (no por ti, que fuiste imprevisible, sino por mi paso del colegio al instituto con todo lo que conlleva), tengo que felicitarte por muchas más cosas que por tus ya más que sabidos logros musicales. No solo porque ayer hicieron los 64 años de tu nacimiento que jamás llegarás a cumplir: invertí unos tremendos esfuerzos en defenderte, tal vez excesivos e innecesarios, que por fin se han visto recompensados con lo que yo ya advertía entonces. Una anticipación que ha sido mucho más sutil, pero a la vez más efectiva.
Los que tanto te acusaron falsamente y te señalaron con el dedo durante décadas, ahora parece que se han convertido en tus mayores admiradores, aunque no quieran reconocerlo abiertamente. Antes te tachaban de loco, y hasta de "Dangerous", por ciertas conductas tuyas que llegaron a ser distorsionadas en público. Hoy en día, no solo imitan varias de ellas, sino que las llevan a extremos mucho más lejanos que los tuyos.
¡Ni te imaginas cómo fue mi idolatría hacia ti, que incluso los no creyentes llegaron a considerarme una blasfema! Actualmente, se me han adelantado en cuanto a elevarte a los altares, porque llevo ya como mínimo dos años y medio viéndote incluso en las iglesias. Tus ocultos devotos llevan al menos un par de tus prendas de vestir, y además nos obligan a los demás a vestirnos con ellas. ¡Hasta nos inculcan tus supuestas manías sociales en cuanto a las cuestiones físicas! En torno a esas mecanizaciones, se ha fundado una nueva religión que ya cuenta con millones de practicantes alrededor del mundo.
Así es, Michael: ¡en 2022, estás hasta en la sopa! ¡Entre todos te hemos hecho buenísimo!
Sin embargo, admirado Michael, conservo tristes noticias: para muchas de esas personas, el malo malísimo sigues siendo tú. Aunque de golpe se han aplacado varias quejas contra ti, otras persisten como cuando se lanza la piedra y se esconde la mano. La humanidad se ha vuelto mucho más infantil que tú cuando te identificabas con Peter Pan, sobre todo en lo que a preservar la intimidad de los niños se refiere. Y sí: es odioso juzgar por las apariencias, por el cuidado de tu cuerpo o por la crianza de tus hijos... Menos cuando se trata de ti.
En fin, saco una gran lección de humildad que recibí hace unos meses: al final, el tiempo pone a cada uno en el lugar que se merece, pero en una combate que se debe librar desde Lo Más Alto, donde se pronuncia la última palabra. Esos mismos años transcurridos que también han acabado dando la razón a tu gran amiga Diana Spencer, cuya injusta muerte precedió a mi nacimiento a la puerta y que, igualmente, acabó adelantando muchos terribles acontecimientos que, insinuados en su boca, sonaban a una locura ante la que ya cuesta agachar la cabeza.
Muchas felicidades, Michael. Porque ahora, aunque tampoco sea nada sencillo abrir los ojos, todo es mucho más claro e impactante.
Trece años después de tu muerte, la cual coincidió en una época de gran transición para mí (no por ti, que fuiste imprevisible, sino por mi paso del colegio al instituto con todo lo que conlleva), tengo que felicitarte por muchas más cosas que por tus ya más que sabidos logros musicales. No solo porque ayer hicieron los 64 años de tu nacimiento que jamás llegarás a cumplir: invertí unos tremendos esfuerzos en defenderte, tal vez excesivos e innecesarios, que por fin se han visto recompensados con lo que yo ya advertía entonces. Una anticipación que ha sido mucho más sutil, pero a la vez más efectiva.
Los que tanto te acusaron falsamente y te señalaron con el dedo durante décadas, ahora parece que se han convertido en tus mayores admiradores, aunque no quieran reconocerlo abiertamente. Antes te tachaban de loco, y hasta de "Dangerous", por ciertas conductas tuyas que llegaron a ser distorsionadas en público. Hoy en día, no solo imitan varias de ellas, sino que las llevan a extremos mucho más lejanos que los tuyos.
¡Ni te imaginas cómo fue mi idolatría hacia ti, que incluso los no creyentes llegaron a considerarme una blasfema! Actualmente, se me han adelantado en cuanto a elevarte a los altares, porque llevo ya como mínimo dos años y medio viéndote incluso en las iglesias. Tus ocultos devotos llevan al menos un par de tus prendas de vestir, y además nos obligan a los demás a vestirnos con ellas. ¡Hasta nos inculcan tus supuestas manías sociales en cuanto a las cuestiones físicas! En torno a esas mecanizaciones, se ha fundado una nueva religión que ya cuenta con millones de practicantes alrededor del mundo.
Así es, Michael: ¡en 2022, estás hasta en la sopa! ¡Entre todos te hemos hecho buenísimo!
Sin embargo, admirado Michael, conservo tristes noticias: para muchas de esas personas, el malo malísimo sigues siendo tú. Aunque de golpe se han aplacado varias quejas contra ti, otras persisten como cuando se lanza la piedra y se esconde la mano. La humanidad se ha vuelto mucho más infantil que tú cuando te identificabas con Peter Pan, sobre todo en lo que a preservar la intimidad de los niños se refiere. Y sí: es odioso juzgar por las apariencias, por el cuidado de tu cuerpo o por la crianza de tus hijos... Menos cuando se trata de ti.
En fin, saco una gran lección de humildad que recibí hace unos meses: al final, el tiempo pone a cada uno en el lugar que se merece, pero en una combate que se debe librar desde Lo Más Alto, donde se pronuncia la última palabra. Esos mismos años transcurridos que también han acabado dando la razón a tu gran amiga Diana Spencer, cuya injusta muerte precedió a mi nacimiento a la puerta y que, igualmente, acabó adelantando muchos terribles acontecimientos que, insinuados en su boca, sonaban a una locura ante la que ya cuesta agachar la cabeza.
Muchas felicidades, Michael. Porque ahora, aunque tampoco sea nada sencillo abrir los ojos, todo es mucho más claro e impactante.
Published on August 30, 2022 11:40
July 26, 2022
Descansar en este séptimo día
Menudo carrerón que te has pegado en todos estos meses.
Desde que se encendió tu llama en el Monte Olimpo y te la prendieron en tu antorcha, has mantenido el fuego a un ritmo en constante movimiento. No importaba que fuese por agua, tierra o aire. Lo importante era el esplendor de los cuatro elementos, como tanto pregonaba Aristóteles. Un esfuerzo olímpico, de titanes.
Algo así, no lo logra cualquiera, independiente de en qué parte y modo te toque. Sin embargo, cuando ya has hecho un trabajazo increíble para conseguir tu antorcha llegue al final del recorrido sin apagarse, o de al menos tu tramo, ya debes empezar a sentirte más que satisfecho. Sobrepasar unos límites maratonianos cuando ya has dado todo lo mejor de ti en ese momento, puede echarlo todo a perder en lugar de mejorarlo. Es lo que en teatro conocemos como "romper la máquina".
Puedes estar tranquila: el pebetero de Montjuic jamás se moverá de tu destino, y por lo que me has demostrado con creces, sabes proteger tu llama hasta con tu vida, con tal de que ésta conserve toda su magia intacta. Llegarás allí con la velocidad y puntería certera de una flecha, levantarás tu bandera sin avergonzarte de ella y hasta te quedarán ganas de subirte a la cima de un castillo humano sin temor a caerte.
Hasta Dios descansó el séptimo día tras comprobar que todo lo que había creado era bueno. Tú no ibas a ser menos, sabiendo que estás hecha a Su imagen y semejanza. Ahora es el momento de tomarte un respiro y de recargar pilas para la próxima travesía o competición, para que sea entonces cuando lo hagas igual de fenomenal, o incluso mejor. No te preocupes: tarde tu meta de medallero lo que tenga que tardar, no dudes de que a tu entrada sonarán a verano las voces líricas de una festiva y majestuosa Barcelona que alguna vez conocimos.
Repón tus fuerzas sin apresurarte en adelantarlas, porque así será tu gloria mejor pulida.
Desde que se encendió tu llama en el Monte Olimpo y te la prendieron en tu antorcha, has mantenido el fuego a un ritmo en constante movimiento. No importaba que fuese por agua, tierra o aire. Lo importante era el esplendor de los cuatro elementos, como tanto pregonaba Aristóteles. Un esfuerzo olímpico, de titanes.
Algo así, no lo logra cualquiera, independiente de en qué parte y modo te toque. Sin embargo, cuando ya has hecho un trabajazo increíble para conseguir tu antorcha llegue al final del recorrido sin apagarse, o de al menos tu tramo, ya debes empezar a sentirte más que satisfecho. Sobrepasar unos límites maratonianos cuando ya has dado todo lo mejor de ti en ese momento, puede echarlo todo a perder en lugar de mejorarlo. Es lo que en teatro conocemos como "romper la máquina".
Puedes estar tranquila: el pebetero de Montjuic jamás se moverá de tu destino, y por lo que me has demostrado con creces, sabes proteger tu llama hasta con tu vida, con tal de que ésta conserve toda su magia intacta. Llegarás allí con la velocidad y puntería certera de una flecha, levantarás tu bandera sin avergonzarte de ella y hasta te quedarán ganas de subirte a la cima de un castillo humano sin temor a caerte.
Hasta Dios descansó el séptimo día tras comprobar que todo lo que había creado era bueno. Tú no ibas a ser menos, sabiendo que estás hecha a Su imagen y semejanza. Ahora es el momento de tomarte un respiro y de recargar pilas para la próxima travesía o competición, para que sea entonces cuando lo hagas igual de fenomenal, o incluso mejor. No te preocupes: tarde tu meta de medallero lo que tenga que tardar, no dudes de que a tu entrada sonarán a verano las voces líricas de una festiva y majestuosa Barcelona que alguna vez conocimos.
Repón tus fuerzas sin apresurarte en adelantarlas, porque así será tu gloria mejor pulida.
Published on July 26, 2022 13:03
June 25, 2022
Profesionales como la copa de un pino
Elvis Presley, Michael Jackson, Marvin Gaye, Lady Di... Todos ellos tenían una faceta en común que a mí siempre me ha parecido fascinante. Y es que es en ese punto, cuando descubres que ese rasgo no puede ser humano con tanta facilidad, sino casi sobrenatural: a pesar de que estás "muriéndote" por dentro, ya sea por problemas físicos o personales, te plantas delante de quien sea y continúas con tu actuación en público hasta que la acabas, sin saltarte ni una coma del guión establecido. Todo ello, aunque te quede poco tiempo de vida y se destape el tormento que, durante mucho tiempo, has tratado de mantener en silencio. Incluso aunque lo hagas para no apagar la felicidad de quienes te admiran y disfrutan.
Cada vez que los veía a todos ellos interpretando en un plató o sobre el escenario, o simplemente sonriendo en fotos y vídeos, . Lo fuerte es que, pese a estar "actuando" en cierta medida, su intervención era totalmente real, sincera, transparente. La gran mayoría de las veces, no mentían. O por lo menos, su lenguaje corporal los delataba demasiado: en su interior estaban al borde del colapso por arrastrar grandes cadenas tras de sí, pero utilizaban su ocupación como la única vía de escape o de desahogo al alcance de su mano, porque también era lo que habían elegido como lo que más les gustaba hacer en la vida. Y porque sentían que siempre había algo por lo que nunca debían defraudar (quienes hemos visto el anuncio de la muerte de Fofó en "El gran circo de TVE" y la posterior reacción detrás de cámaras con el corte de la grabación, lo comprendemos perfectamente).
Quizá es por eso que, parcialmente, siempre me ha gustado tanto el teatro, hasta el punto de volcar mi modo de vida en sus enseñanzas entre bambalinas: puedes ser y hacer lo que tú quieras sin que nadie te juzgue. Pero sobre todo, no te queda de otra que disfrutar. Interpretando, pero siempre conservando tu auténtica esencia y una maravillosa contradicción en la que ocultas, pero también te expones naturalmente. Buscas ser mínimamente feliz, pero haciendo antes felices a los demás.
Como aseguró Michael Jackson en una ocasión, el escenario es el lugar más seguro del mundo. Elvis podrá haber abandonado el edificio, pero el espectáculo debe continuar.
Cada vez que los veía a todos ellos interpretando en un plató o sobre el escenario, o simplemente sonriendo en fotos y vídeos, . Lo fuerte es que, pese a estar "actuando" en cierta medida, su intervención era totalmente real, sincera, transparente. La gran mayoría de las veces, no mentían. O por lo menos, su lenguaje corporal los delataba demasiado: en su interior estaban al borde del colapso por arrastrar grandes cadenas tras de sí, pero utilizaban su ocupación como la única vía de escape o de desahogo al alcance de su mano, porque también era lo que habían elegido como lo que más les gustaba hacer en la vida. Y porque sentían que siempre había algo por lo que nunca debían defraudar (quienes hemos visto el anuncio de la muerte de Fofó en "El gran circo de TVE" y la posterior reacción detrás de cámaras con el corte de la grabación, lo comprendemos perfectamente).
Quizá es por eso que, parcialmente, siempre me ha gustado tanto el teatro, hasta el punto de volcar mi modo de vida en sus enseñanzas entre bambalinas: puedes ser y hacer lo que tú quieras sin que nadie te juzgue. Pero sobre todo, no te queda de otra que disfrutar. Interpretando, pero siempre conservando tu auténtica esencia y una maravillosa contradicción en la que ocultas, pero también te expones naturalmente. Buscas ser mínimamente feliz, pero haciendo antes felices a los demás.
Como aseguró Michael Jackson en una ocasión, el escenario es el lugar más seguro del mundo. Elvis podrá haber abandonado el edificio, pero el espectáculo debe continuar.
Published on June 25, 2022 12:37
May 29, 2022
Si alguna vez volvemos a vernos
Ahora que mi recién iniciada incursión en el mundo laboral es cada vez mayor, y sabiendo que coincide con el año de las próximas Bodas de Plata de mi existencia (procure entenderlo quien lo lea), ahora más que nunca me paro a pensar en las acciones de provecho que he realizado, en los errores cometidos y en si he aprendido de ellos para mi propio crecimiento. Pero uno de los elementos en donde más énfasis he puesto, es en la gente que he conocido a lo largo de mi vida, tanto los que permanecen como los que, por X o Y circunstancias, ya no están presentes en ella.
De los que ya no están en mi vida porque simplemente continuaron su propio camino por su lado, continuamente se me han venido a la mente pinceladas muy certeras de lo que me gustaría decirles, en caso de un encuentro fortuito entre tantos derroteros. Y por supuesto, que sean declaraciones personales de intenciones y de responsabilidad.
Si alguna vez volvernos a vernos, espero que a ambos nos haya ido genial en la vida, con el cumplimiento de nuestros sueños como lo más deseable.
Si alguna vez volvemos a vernos, que nuestra apariencia externa sea un testimonio de lo que somos en el interior.
Si alguna vez volvernos a vernos, que ya no seamos niños inocentones o inmaduros en nuestro proceder, sino adultos hechos y derechos con un mínimo de madurez.
Si alguna vez volvernos a vernos, que ya no recordemos nuestros errores del pasado, y si lo hacemos, que sea para asumirlos tirando para adelante hasta las últimas consecuencias.
Si alguna vez volvernos a vernos, que nos hayamos hecho más fuertes y sensibles al mismo tiempo: resistentes ante nuestras equivocaciones y las ajenas, y sensibles para reaccionar con sentido de la humanidad.
Y si es cierto que alguna vez volvernos a vernos, ojalá que la Divina Providencia nos haya correspondido con lo que de verdad nos merecemos.
Suena la música. Se escucha la canción "Qué será" de Diego Torres. Miro ventanas de nostalgia y de futuro en la noche. Gira un vinilo en el tocadiscos mientras solo nos queda una certeza.
De los que ya no están en mi vida porque simplemente continuaron su propio camino por su lado, continuamente se me han venido a la mente pinceladas muy certeras de lo que me gustaría decirles, en caso de un encuentro fortuito entre tantos derroteros. Y por supuesto, que sean declaraciones personales de intenciones y de responsabilidad.
Si alguna vez volvernos a vernos, espero que a ambos nos haya ido genial en la vida, con el cumplimiento de nuestros sueños como lo más deseable.
Si alguna vez volvemos a vernos, que nuestra apariencia externa sea un testimonio de lo que somos en el interior.
Si alguna vez volvernos a vernos, que ya no seamos niños inocentones o inmaduros en nuestro proceder, sino adultos hechos y derechos con un mínimo de madurez.
Si alguna vez volvernos a vernos, que ya no recordemos nuestros errores del pasado, y si lo hacemos, que sea para asumirlos tirando para adelante hasta las últimas consecuencias.
Si alguna vez volvernos a vernos, que nos hayamos hecho más fuertes y sensibles al mismo tiempo: resistentes ante nuestras equivocaciones y las ajenas, y sensibles para reaccionar con sentido de la humanidad.
Y si es cierto que alguna vez volvernos a vernos, ojalá que la Divina Providencia nos haya correspondido con lo que de verdad nos merecemos.
Suena la música. Se escucha la canción "Qué será" de Diego Torres. Miro ventanas de nostalgia y de futuro en la noche. Gira un vinilo en el tocadiscos mientras solo nos queda una certeza.
Published on May 29, 2022 05:42
April 30, 2022
Farándulas pascuales
Hace ya días que terminó la Semana Santa, uno de mis periodos favoritos del año, por no decir directamente mi preferido. Una afirmación que a menudo induce a una creencia errónea y que me veo en la obligación de desmentir: se supone que en realidad, el tiempo pascual es el verdadero inicio de un ciclo que debe de durar todo el año.
Mientras le daba vueltas a esto, al mismo tiempo que disfrutaba del retorno de un tipo de Semana Santa que creí que no volvería jamás, fui consciente del cambio tan brutal que hay desde sus días punta hasta pasado el Domingo de Resurrección. Es decir, que en vez de cruzar de muerte a vida, se cruza de la temporada alta a la temporada desértica. Es por esto, que me veo obligada a expresar una necesidad urgente.
Es probable que tú también lo hayas intuido en más de una ocasión. La ostentación externa es tan llamativa que acaba eclipsando el verdadero propósito, rozando el presumir de algo de lo que en realidad carecemos. Lo hemos visto mucho en estos últimos años, marginando cual leproso al hombre asaltado que estaba tirado justo al lado de nuestro camino, por temor a quedar impuros de cara a nuestros compromisos. Quizás es por esto que yo he notado más la presencia del protagonista de la Semana Santa cuando mis intenciones no eran recargadas. Y es que es muy peligroso lo que sucede cuando permitimos que a la Semana Santa le ocurra lo mismo que a la Navidad: que se quede en una farándula más.
Por supuesto que hay que conservar el patrimonio artístico, y luchar con tal de no perder esa cultura histórica que nos aporta una identidad singular como pueblo y nación, y más en esta era en donde predomina la tan tóxica cancelación. No cabe duda de que ésa es una parte muy importante en cuanto a combatir una obsesiva corrección política. Pero si yo solo soy capaz de sentir espiritualidad extática cuando hay máximo apogeo material durante unas fechas limitadas, y pasada la Semana Santa se esfuma ese sentir de la noche a la mañana, algo estamos haciendo mal. Peor todavía cuando ni siquiera en Semana Santa tenemos el más mínimo ápice de espiritualidad extática, sino solo el perfeccionismo e integración en una apariencia muy vistosa. Unas atracciones mal llevadas que pueden conducirnos a tentaciones que alimentan el ego.
No busques a propósito el primer lugar en la mesa del banquete, quedando ya pagado sin habértelo ganado con un mérito sincero que te da el maestro de ceremonias. No pretendas aumentar la riqueza del templo trasladando allí tus mercancías, pues llegará un momento en que lo más simple acabe expulsándolas a latigazos. El verdadero valor está en la adoración en silencio anónimo.
Mientras le daba vueltas a esto, al mismo tiempo que disfrutaba del retorno de un tipo de Semana Santa que creí que no volvería jamás, fui consciente del cambio tan brutal que hay desde sus días punta hasta pasado el Domingo de Resurrección. Es decir, que en vez de cruzar de muerte a vida, se cruza de la temporada alta a la temporada desértica. Es por esto, que me veo obligada a expresar una necesidad urgente.
Es probable que tú también lo hayas intuido en más de una ocasión. La ostentación externa es tan llamativa que acaba eclipsando el verdadero propósito, rozando el presumir de algo de lo que en realidad carecemos. Lo hemos visto mucho en estos últimos años, marginando cual leproso al hombre asaltado que estaba tirado justo al lado de nuestro camino, por temor a quedar impuros de cara a nuestros compromisos. Quizás es por esto que yo he notado más la presencia del protagonista de la Semana Santa cuando mis intenciones no eran recargadas. Y es que es muy peligroso lo que sucede cuando permitimos que a la Semana Santa le ocurra lo mismo que a la Navidad: que se quede en una farándula más.
Por supuesto que hay que conservar el patrimonio artístico, y luchar con tal de no perder esa cultura histórica que nos aporta una identidad singular como pueblo y nación, y más en esta era en donde predomina la tan tóxica cancelación. No cabe duda de que ésa es una parte muy importante en cuanto a combatir una obsesiva corrección política. Pero si yo solo soy capaz de sentir espiritualidad extática cuando hay máximo apogeo material durante unas fechas limitadas, y pasada la Semana Santa se esfuma ese sentir de la noche a la mañana, algo estamos haciendo mal. Peor todavía cuando ni siquiera en Semana Santa tenemos el más mínimo ápice de espiritualidad extática, sino solo el perfeccionismo e integración en una apariencia muy vistosa. Unas atracciones mal llevadas que pueden conducirnos a tentaciones que alimentan el ego.
No busques a propósito el primer lugar en la mesa del banquete, quedando ya pagado sin habértelo ganado con un mérito sincero que te da el maestro de ceremonias. No pretendas aumentar la riqueza del templo trasladando allí tus mercancías, pues llegará un momento en que lo más simple acabe expulsándolas a latigazos. El verdadero valor está en la adoración en silencio anónimo.
Published on April 30, 2022 08:30
March 31, 2022
Dale una vuelta de tuerca
¿Cuántas veces nos ha pasado que hemos tomado una decisión aparentemente equivocada (o por lo menos, vista a corto plazo) que luego nos reconcome por si, de haberlo pensado mejor, las cosas hubieran fluido de otra manera? ¿Y cuando nos lanzamos a salir de nuestra zona de confort, probando nuevos lugares o actividades, y nos hemos aterrado ante novedades tan imprevisibles que nos costaba hacerles frente?
Soy muy dada a rumiar, casi compulsivamente, en aquello de "lo que pudo ser y no fue"; en lo que hubiera pasado si en vez de tomar X determinación, hubiese recurrido a Y para que la situación estuviera mejor de lo que la estoy viviendo ahora, especialmente si tengo el presentimiento de que que el rumbo no ha ido exactamente como yo había supuesto.
Es entonces cuando me consuelo de la mano del genial Albert Espinosa y uno de los mejores consejos que él ha dado en toda su obra: el 75% de lo que somos ahora, lo conforman las decisiones que tomamos en el pasado. Ya sea porque a lo mejor estudiaste una carrera a la que ahora no le encuentras salidas laborales o porque emprendiste una relación sentimental que acabó truncada (eres libre de insertar cualquier otra índole), las reacciones inmediatas suelen ser de desánimo. Si sentimos que nos ahogamos por los frutos de nuestras elecciones, ¿qué es lo que nos queda?
Ahí fue, inspirándome en "El mundo amarillo" de Albert Espinosa, cuando nació una de mis actuales y básicas filosofías de vida: dale una vuelta de tuerca radical a tus circunstancias. O como también me explicaron ciertas personas maravillosas que he llegado a conocer, que hiciera una virtud de mis fallos. Otro provecho extra de este principio, es la adquisición de responsabilidad, madurez y paciencia.
Las cavilaciones por las decisiones siempre han sido una constante en mi cabeza desde que existo, fuera en el área que fuera. Pero al llegar a cierta edad, tienes que ser fuerte porque no te queda otro remedio. Te sobrepones por mucho que la voluntad no esté por la labor, como un últimatum a contrarreloj por hallar soluciones al presunto error. En una de esas circunstancias en las que salí de mi zona de confort, pero con el peso de mi dignidad por otro lado, determiné que debía "apechugar", siendo además algo en lo que yo misma me había metido por "emperrarme". Después de un periodo en el que me tragué el sentimentalismo del corazón al sustituirlo por el raciocinio de la cabeza, transformé mis precipitaciones en oportunidades para y agudizar mi adormilado ingenio. Así fue cómo comprendí por qué no obtenía mis resultados inmediatamente: quizás mis necesidades instintivas, no me hubieran hecho crecer personalmente como al final lo hice. Más aún: si hubiera salido corriendo a la primera, me hubiera perdido las maravillas que me esperaban caminando en las manzanas del final de la calle.
¿Sientes que has cometido un error garrafal? Tómalo como recordatorio y advertencia para no repetirlo nunca más, así como para ayudar a otros. ¿Tu decisión te ha llevado por unos derroteros no pensados, pero que te han regalado unos beneficios diferentes? Acéptalos como un regalo, porque quizás la Divina Providencia tenía preparado algo mejor de lo que tanto exigías.
Soy muy dada a rumiar, casi compulsivamente, en aquello de "lo que pudo ser y no fue"; en lo que hubiera pasado si en vez de tomar X determinación, hubiese recurrido a Y para que la situación estuviera mejor de lo que la estoy viviendo ahora, especialmente si tengo el presentimiento de que que el rumbo no ha ido exactamente como yo había supuesto.
Es entonces cuando me consuelo de la mano del genial Albert Espinosa y uno de los mejores consejos que él ha dado en toda su obra: el 75% de lo que somos ahora, lo conforman las decisiones que tomamos en el pasado. Ya sea porque a lo mejor estudiaste una carrera a la que ahora no le encuentras salidas laborales o porque emprendiste una relación sentimental que acabó truncada (eres libre de insertar cualquier otra índole), las reacciones inmediatas suelen ser de desánimo. Si sentimos que nos ahogamos por los frutos de nuestras elecciones, ¿qué es lo que nos queda?
Ahí fue, inspirándome en "El mundo amarillo" de Albert Espinosa, cuando nació una de mis actuales y básicas filosofías de vida: dale una vuelta de tuerca radical a tus circunstancias. O como también me explicaron ciertas personas maravillosas que he llegado a conocer, que hiciera una virtud de mis fallos. Otro provecho extra de este principio, es la adquisición de responsabilidad, madurez y paciencia.
Las cavilaciones por las decisiones siempre han sido una constante en mi cabeza desde que existo, fuera en el área que fuera. Pero al llegar a cierta edad, tienes que ser fuerte porque no te queda otro remedio. Te sobrepones por mucho que la voluntad no esté por la labor, como un últimatum a contrarreloj por hallar soluciones al presunto error. En una de esas circunstancias en las que salí de mi zona de confort, pero con el peso de mi dignidad por otro lado, determiné que debía "apechugar", siendo además algo en lo que yo misma me había metido por "emperrarme". Después de un periodo en el que me tragué el sentimentalismo del corazón al sustituirlo por el raciocinio de la cabeza, transformé mis precipitaciones en oportunidades para y agudizar mi adormilado ingenio. Así fue cómo comprendí por qué no obtenía mis resultados inmediatamente: quizás mis necesidades instintivas, no me hubieran hecho crecer personalmente como al final lo hice. Más aún: si hubiera salido corriendo a la primera, me hubiera perdido las maravillas que me esperaban caminando en las manzanas del final de la calle.
¿Sientes que has cometido un error garrafal? Tómalo como recordatorio y advertencia para no repetirlo nunca más, así como para ayudar a otros. ¿Tu decisión te ha llevado por unos derroteros no pensados, pero que te han regalado unos beneficios diferentes? Acéptalos como un regalo, porque quizás la Divina Providencia tenía preparado algo mejor de lo que tanto exigías.
Published on March 31, 2022 11:35
Un Alma Libre De Mente Inquieta
Reflexiones introspectivas y personales de la escritora Irene Maciá.
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